A menudo, los procesos judiciales son costosos para las partes y pueden tender a prolongarse en el tiempo obteniéndose además una resolución que puede no satisfacer a las partes o no ajustada a sus circunstancias debido a la rigidez de las normas procesales. En este escenario ha irrumpido los nuevos sistemas extrajudiciales de resolución de conflictos como son la mediación y el arbitraje. La enseñanza de los cursos de mediación y arbitraje permitirá a los trabajadores adquirir una formación que puede ser bonificada hasta en un 100% sobre este sistema alternativo de resolución de conflictos, su funcionamiento y el papel del mediador o del árbitro en el proceso.

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¿A qué llamamos mediación?

La mediación consiste en un sistema alternativo a través del cual resolver conflictos en las áreas que la legislación permite como la laboral, familiar o sociocultural, entre otras, con la excepción del ámbito penal en materia de violencia de género. El procedimiento consistirá en la interacción entre las partes orientadas a la búsqueda de una solución común en la que serán orientados por el mediador. La figura de este profesional requiere de formación en cursos de mediación y arbitraje para conocer las técnicas de empoderamiento, comunicación activa, empatía y negociación con la que conducir a las partes a diseñar un acuerdo satisfactorio para ambas. Los trabajadores que quieran convertirse en un profesional de la mediación tendrán la oportunidad de adquirir esta formación que puede ser bonificada hasta un 100% y desarrollar estas habilidades imprescindibles en un sistema basado en la negociación y la dialéctica entre las partes.

¿Para qué sirve la mediación en un conflicto?

Las sentencias judiciales que ponen fin a un proceso tratan de dar solución a un conflicto conforme a la aplicación de la legislación vigente. La rigidez de las normas en ocasiones da lugar a resoluciones que no satisfacen completamente a las partes, ya que, no permiten la flexibilidad y, por lo tanto, no se ajustan a las circunstancias concretas del caso. Así, la mediación consigue el efecto contrario, a través de la figura del mediador las partes diseñan su acuerdo propio, que aun siempre dentro del marco legal, se moldeará a las necesidades comunes, lo que le dotará de un carácter más duradero y evitará procesos posteriores relacionados con el conflicto. Los cursos de mediación y arbitraje son la herramienta por la que los mediadores consiguen alcanzar un acuerdo satisfactorio entre las partes con vocación de permanencia y conclusión, ya que, les forma en multitud de técnicas con las que desarrollar habilidades comunicativas tan necesarias en este sistema alternativo.

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